Las Cuatro Estaciones {Alumna}
3 participantes
Página 2 de 2.
Página 2 de 2. • 1, 2
Las Cuatro Estaciones {Alumna}
Recuerdo del primer mensaje :
Esa mañana me había puesto lo primero que pillé, una camisa de un azul claro intenso, y unos pantalones oscuros. Estaba un poco cansado, eso se reflejaba en las ojeras que decoraban mi rostro. Eso me pasaba por trasnochar, ahora no sabía si iba a rendir todo lo que se esperaba de mí.
Removí los papeles de mi escritorio buscando unas anotaciones que había apuntado la noche anterior entre copa y mujer. - ¿Dónde se habrán metido?- al coger la pequeña bandeja de plata del correo muchos papeles cayeron al suelo, dejándome completamente alterado. Empezamos bien…
Me agaché para coger los malditos papeles que se habían escapado seguro que para reírse de mí.
-¡Ah! A la mierda con esto.- gruñí incorporándome. Giré la cabeza para ver cómo había quedado la cama, sin hacer… ¡qué novedad!
Me fui al baño a lavarme la cara, y antes de salir cogí mi cazadora, la cual llevaba colgado a mi espalda. Salí de mi habitación y ladeé la cabeza para que las cervicales me crujiesen ¡qué dolor! Ni que estuviera mayor… El botones me miró de reojo, y yo le negué con la cabeza, no deseaba que entrase en mi cuarto, más que colocar te dejaban todo hecho un Cristo.
En el gran comedor del hotel desayuné, y una vez comido salí del hotel. Prendí uno de mis cigarros, como el ritual que era para mí. Entrecerré los ojos observando a la gente que pasa por la fachada del hotel, y comencé la caminata hacia el conservatorio. Mi cazadora iba moviéndose cual péndulo a mis espaldas, hacía un tiempo agradable, la verdad sea dicha, el cielo estaba limpio de cualquier nube insolente. Al cuarto de hora estaba sentado en las escaleras de la fachada con la mirada perdida.
Arrojé la colilla del segundo cigarro, ésta rodeó por el asfalto hasta detenerse, aún se podía ver como la ceniza era consumida.
- Tendré que acostumbrarme a verte por aquí…- escuché decir a…quien sin duda era Oliwia. Yo intenté ignorarla. -¿No ha venido tu amiguita?- volvió a hablar con todo el descaro. –Se me ocurre lo que podemos hacer mientras viene…- Murmuró con tono sugerente, descansó ambas manos en mis hombros, qué mujer.
–Tal vez luego.- respondí con frialdad. Tras esto no dijo nada más, solo escuché como sus tacones se alejaban de mi lado. Apoyé la cabeza en mi mano, ¿había llegado demasiado pronto?
Esa mañana me había puesto lo primero que pillé, una camisa de un azul claro intenso, y unos pantalones oscuros. Estaba un poco cansado, eso se reflejaba en las ojeras que decoraban mi rostro. Eso me pasaba por trasnochar, ahora no sabía si iba a rendir todo lo que se esperaba de mí.
Removí los papeles de mi escritorio buscando unas anotaciones que había apuntado la noche anterior entre copa y mujer. - ¿Dónde se habrán metido?- al coger la pequeña bandeja de plata del correo muchos papeles cayeron al suelo, dejándome completamente alterado. Empezamos bien…
Me agaché para coger los malditos papeles que se habían escapado seguro que para reírse de mí.
-¡Ah! A la mierda con esto.- gruñí incorporándome. Giré la cabeza para ver cómo había quedado la cama, sin hacer… ¡qué novedad!
Me fui al baño a lavarme la cara, y antes de salir cogí mi cazadora, la cual llevaba colgado a mi espalda. Salí de mi habitación y ladeé la cabeza para que las cervicales me crujiesen ¡qué dolor! Ni que estuviera mayor… El botones me miró de reojo, y yo le negué con la cabeza, no deseaba que entrase en mi cuarto, más que colocar te dejaban todo hecho un Cristo.
En el gran comedor del hotel desayuné, y una vez comido salí del hotel. Prendí uno de mis cigarros, como el ritual que era para mí. Entrecerré los ojos observando a la gente que pasa por la fachada del hotel, y comencé la caminata hacia el conservatorio. Mi cazadora iba moviéndose cual péndulo a mis espaldas, hacía un tiempo agradable, la verdad sea dicha, el cielo estaba limpio de cualquier nube insolente. Al cuarto de hora estaba sentado en las escaleras de la fachada con la mirada perdida.
Arrojé la colilla del segundo cigarro, ésta rodeó por el asfalto hasta detenerse, aún se podía ver como la ceniza era consumida.
- Tendré que acostumbrarme a verte por aquí…- escuché decir a…quien sin duda era Oliwia. Yo intenté ignorarla. -¿No ha venido tu amiguita?- volvió a hablar con todo el descaro. –Se me ocurre lo que podemos hacer mientras viene…- Murmuró con tono sugerente, descansó ambas manos en mis hombros, qué mujer.
–Tal vez luego.- respondí con frialdad. Tras esto no dijo nada más, solo escuché como sus tacones se alejaban de mi lado. Apoyé la cabeza en mi mano, ¿había llegado demasiado pronto?
Tristán Evans- Mensajes : 355
Fecha de inscripción : 17/09/2010
Edad : 41
Localización : La Clave de Sol
Re: Las Cuatro Estaciones {Alumna}
Abrió la puerta y me invitó a pasar delante advirtiéndome por el camino de que podía ser muy quejica. Le ayudé para subir las escaleras dejando que apoyase en mí parte de su peso y hubo un momento en el que llegué a pensar que no sería capaz de llegar arriba. El matón del bar le había hecho bastante daño. Aún seguía indignada por lo que había sucedido... ¿Cómo era posible que nadie hubiese hecho nada por detener a aquel matón y separarle de él? "Definitivamente creo que nunca entenderé a las clases bajas." -pensé mientras avanzábamos por el pasillo y llegábamos a la puerta. Tardó un buen rato en encontrar la llave en sus bolsillos y aún más en abrirla.
- ¿Quiere que pruebe...? -empezaba a preguntar justo cuando logró abrirla. Esbocé una pequeña sonrisa al escuchar su excusa y le seguí procurando no prestar demasiada atención al enorme desorden reinante en toda la habitación, aunque era algo bastante difícil de hacer. Se fue derecho a la cama y yo entré al baño siguiendo su sugerencia. No tardé demasiado en localizar un pequeño botiquín en el interior de un armario. Lo abrí para comprobar que había todo lo necesario en su interior y volví junto a Tristán. Dejé el botiquín en la mesilla y saqué un par de gasas y puse en ellas un poco de desinfectante para heridas. - Tratad de no moveros demasiado ahora, ¿de acuerdo? -le dije mientras empezaba a curar con especial cuidado las heridas abiertas en su rostro.- Decidme... lo que ha pasado hoy... ¿le había pasado antes? -pregunté con cierta curiosidad.
- ¿Quiere que pruebe...? -empezaba a preguntar justo cuando logró abrirla. Esbocé una pequeña sonrisa al escuchar su excusa y le seguí procurando no prestar demasiada atención al enorme desorden reinante en toda la habitación, aunque era algo bastante difícil de hacer. Se fue derecho a la cama y yo entré al baño siguiendo su sugerencia. No tardé demasiado en localizar un pequeño botiquín en el interior de un armario. Lo abrí para comprobar que había todo lo necesario en su interior y volví junto a Tristán. Dejé el botiquín en la mesilla y saqué un par de gasas y puse en ellas un poco de desinfectante para heridas. - Tratad de no moveros demasiado ahora, ¿de acuerdo? -le dije mientras empezaba a curar con especial cuidado las heridas abiertas en su rostro.- Decidme... lo que ha pasado hoy... ¿le había pasado antes? -pregunté con cierta curiosidad.
Vanessa Jonhson- Humano - Clase Alta
- Mensajes : 266
Fecha de inscripción : 01/09/2010
Edad : 34
Re: Las Cuatro Estaciones {Alumna}
-Tratad de no moveros demasiado ahora, ¿de acuerdo? – ¡Dolor aléjate de mí! La miré con ojos llorosos, escocía muchísimo aquello, maldita sea todo. –Yo creo que ya...- gemí apretando las manos, ni siquiera me había rozado, no moví la cabeza, pero aquello fue como una tortura, mil veces preferiría una paliza. Curar duele mucha más, vaya. -Decidme... lo que ha pasado hoy... ¿le había pasado antes?
-¿Eh? ¡Ah!...Bueno…no exactamente. – comenté dibujando una mueca de dolor, para luego sonreír.
–No se vaya a creer…yo no sabía que pasaría esto, oh por Dios…claro que no.- Agarré su muñeca libre en un acto reflejo, apretándolo ligeramente. –No negaré que he estado metido en alguna que otra bronca, bueno… ¿y quién no?- Me intenté justificar, nada…imposible.
– No puedo mejorar ya la imagen que os estoy dando, no pretendo engañar a nadie.- reconocí soltando su brazo ahogando otro gemido. –Lo que me rodea…es lo que soy, una habitación que cualquiera que la viese diría que ha sido desmantelada, por otro lado los malos entendidos abundan en mi vida ¡y qué hablar de mi infierno interior!- reí ligeramente. –digo esto porque estoy delirando. El producto que estáis usando…es bueno.- suspiré mirando al techo. –Si se me ocurre otra vez tomar algo, por favor ¡corred!- estaba seguro de que no había lugar en Inglaterra que no hubiese pisado…y donde no tuviera problemas.
– Mmmmh ¿Cuántos hermanos tenéis, por cierto?
-¿Eh? ¡Ah!...Bueno…no exactamente. – comenté dibujando una mueca de dolor, para luego sonreír.
–No se vaya a creer…yo no sabía que pasaría esto, oh por Dios…claro que no.- Agarré su muñeca libre en un acto reflejo, apretándolo ligeramente. –No negaré que he estado metido en alguna que otra bronca, bueno… ¿y quién no?- Me intenté justificar, nada…imposible.
– No puedo mejorar ya la imagen que os estoy dando, no pretendo engañar a nadie.- reconocí soltando su brazo ahogando otro gemido. –Lo que me rodea…es lo que soy, una habitación que cualquiera que la viese diría que ha sido desmantelada, por otro lado los malos entendidos abundan en mi vida ¡y qué hablar de mi infierno interior!- reí ligeramente. –digo esto porque estoy delirando. El producto que estáis usando…es bueno.- suspiré mirando al techo. –Si se me ocurre otra vez tomar algo, por favor ¡corred!- estaba seguro de que no había lugar en Inglaterra que no hubiese pisado…y donde no tuviera problemas.
– Mmmmh ¿Cuántos hermanos tenéis, por cierto?
Tristán Evans- Mensajes : 355
Fecha de inscripción : 17/09/2010
Edad : 41
Localización : La Clave de Sol
Re: Las Cuatro Estaciones {Alumna}
Quise sonreír al comprobar que me había dicho la verdad y estaba siendo quejicoso desde el principio pero me abstuve de hacerlo por si se sentía ofendido por aquello. - Aguante un poco. -murmuré mientras seguía curándole con delicadeza.
Sus muecas de dolor eran casi continuas y soltaba algún gemido que otro mientras respondía a mi pregunta. Asentí varias veces escuchando su explicación y me sorprendí cuando en un acto reflejo agarró mi mano libre. - No voy a juzgaros, no soy quien para hacerlo. -dije para tranquilizarle.- Lo único de vos sobre lo que tengo capacidad para opinar es vuestro talento para la música y eso es algo que no puedo poner en duda. -su siguiente comentario me hizo echarme a reir.- Bueno, en caso de que se os ocurra decir de ir a tomar algo, preferiría elegir yo el lugar en lugar de salir huyendo. -respondí terminando de limpiar las heridas de su rostro.
– Mmmmh ¿Cuántos hermanos tenéis, por cierto? -me preguntó supuse que en un intento por pensar en otra cosa mientras terminaba la cura.
- Pues somos cuatro hermanos, de los cuales yo soy la única chica. Todos son mayores que yo, pero nos llevamos pocos años de diferencia. ¿Vos tenéis hermanos? Nunca me habéis contado gran cosa... -pregunté mientras dejaba la gasa a un lado y cogía una tirita para cubrir la herida más grande de su rostro. - Esto ya está. Ahora debería dejar que examinase los golpes de su abdomen. Posiblemente necesite un buen vendaje. ¿Cree que si preguntamos en recepción podrán traernos unas cuantas vendas? Dudo que las que hay en el botiquín sean lo suficientemente grades... -comenté sacando la venda y mirándola para calcular cuanto podría dar de sí.
Sus muecas de dolor eran casi continuas y soltaba algún gemido que otro mientras respondía a mi pregunta. Asentí varias veces escuchando su explicación y me sorprendí cuando en un acto reflejo agarró mi mano libre. - No voy a juzgaros, no soy quien para hacerlo. -dije para tranquilizarle.- Lo único de vos sobre lo que tengo capacidad para opinar es vuestro talento para la música y eso es algo que no puedo poner en duda. -su siguiente comentario me hizo echarme a reir.- Bueno, en caso de que se os ocurra decir de ir a tomar algo, preferiría elegir yo el lugar en lugar de salir huyendo. -respondí terminando de limpiar las heridas de su rostro.
– Mmmmh ¿Cuántos hermanos tenéis, por cierto? -me preguntó supuse que en un intento por pensar en otra cosa mientras terminaba la cura.
- Pues somos cuatro hermanos, de los cuales yo soy la única chica. Todos son mayores que yo, pero nos llevamos pocos años de diferencia. ¿Vos tenéis hermanos? Nunca me habéis contado gran cosa... -pregunté mientras dejaba la gasa a un lado y cogía una tirita para cubrir la herida más grande de su rostro. - Esto ya está. Ahora debería dejar que examinase los golpes de su abdomen. Posiblemente necesite un buen vendaje. ¿Cree que si preguntamos en recepción podrán traernos unas cuantas vendas? Dudo que las que hay en el botiquín sean lo suficientemente grades... -comenté sacando la venda y mirándola para calcular cuanto podría dar de sí.
Vanessa Jonhson- Humano - Clase Alta
- Mensajes : 266
Fecha de inscripción : 01/09/2010
Edad : 34
Re: Las Cuatro Estaciones {Alumna}
Que no me juzgara me tranquilizó por un momento, si todo el mundo fuera igual que ella, qué fácil lo tendría. La música era lo que importaba en mí, ¿qué más daba como fuera realmente? Eso era algo que algunos no llegaban a entender.
- Pues somos cuatro hermanos, de los cuales yo soy la única chica.- No era escusa, pero en ese caso su padre tenía razones para sobreprotegerla tanto, seguro que era la niña de sus ojos.- Todos son mayores que yo, pero nos llevamos pocos años de diferencia. ¿Vos tenéis hermanos? Nunca me habéis contado gran cosa... – Cierto…en general no cuento gran cosa sobre mi persona a nadie. Colocó la tirita en mi rostro yo entrecerré los ojos. –Sí…tengo…o tenía, hace años que no sé nada de ellos. Son los dos más pequeños, una hermana y un hermano…- Hackett y Wanda ¿qué habría sido de ellos? ¿Serían músicos al igual que yo? Me pregunté.
- Esto ya está.- Sonreí, incorporándome un poco.- Ahora debería dejar que examinase los golpes de su abdomen.- ¿Era eso necesario?- Posiblemente necesite un buen vendaje. ¿Cree que si preguntamos en recepción podrán traernos unas cuantas vendas? Dudo que las que hay en el botiquín sean lo suficientemente grades... – La miré nervioso.
-No creo que sea necesario.- Comencé a desabrocharme la camisa para mostrarle los golpes. –No es tan grave ¿ve? Además, seguro que tiene mejores cosas que hacer…como ensayar.- Volví a dejarme caer en la cama, pasando el brazo por detrás de mi cabeza. – Si estoy fantásticamente bien.- me convencí mirándola de reojo. – ¿Sabe lo que agradecería? ¿Ves eso que parece un piano…?- señalé a mi izquierda pero sin mirar. –Tocadme algo, por favor.- No tenía fuerzas para levantarme, sino quizá lo habría hecho para recoger los papeles que había tirados en el suelo de composiciones fallidas.
- Pues somos cuatro hermanos, de los cuales yo soy la única chica.- No era escusa, pero en ese caso su padre tenía razones para sobreprotegerla tanto, seguro que era la niña de sus ojos.- Todos son mayores que yo, pero nos llevamos pocos años de diferencia. ¿Vos tenéis hermanos? Nunca me habéis contado gran cosa... – Cierto…en general no cuento gran cosa sobre mi persona a nadie. Colocó la tirita en mi rostro yo entrecerré los ojos. –Sí…tengo…o tenía, hace años que no sé nada de ellos. Son los dos más pequeños, una hermana y un hermano…- Hackett y Wanda ¿qué habría sido de ellos? ¿Serían músicos al igual que yo? Me pregunté.
- Esto ya está.- Sonreí, incorporándome un poco.- Ahora debería dejar que examinase los golpes de su abdomen.- ¿Era eso necesario?- Posiblemente necesite un buen vendaje. ¿Cree que si preguntamos en recepción podrán traernos unas cuantas vendas? Dudo que las que hay en el botiquín sean lo suficientemente grades... – La miré nervioso.
-No creo que sea necesario.- Comencé a desabrocharme la camisa para mostrarle los golpes. –No es tan grave ¿ve? Además, seguro que tiene mejores cosas que hacer…como ensayar.- Volví a dejarme caer en la cama, pasando el brazo por detrás de mi cabeza. – Si estoy fantásticamente bien.- me convencí mirándola de reojo. – ¿Sabe lo que agradecería? ¿Ves eso que parece un piano…?- señalé a mi izquierda pero sin mirar. –Tocadme algo, por favor.- No tenía fuerzas para levantarme, sino quizá lo habría hecho para recoger los papeles que había tirados en el suelo de composiciones fallidas.
Tristán Evans- Mensajes : 355
Fecha de inscripción : 17/09/2010
Edad : 41
Localización : La Clave de Sol
Re: Las Cuatro Estaciones {Alumna}
Respondió a mi pregunta dándome posiblemente desde que nos conocimos el primer dato sobre su vida personal. - Lo dejásteis todo por la música, eh? No sé si yo tendría el valor necesario para hacer eso... -comenté mientras él empezaba a desabotonarse la camisa para mostrarme los golpes. Los observé y, en mi opinión habría sido necesario vendarlos, pero sus palabras me convencieron de que lo dejase correr. - De acuerdo, si está tan seguro de ello lo dejaremos así.
Señaló a un lado de la habitación dónde un piano descansaba cubierto y rodeado por papeles, posiblemente partituras, y me pidió que tocase algo. - Claro, si eso es lo que queréis, lo haré. -respondí solícita y sin hacerme rogar demasiado me dirigí hacia el instrumento sentándome en el taburete y tratando de decidir que podía interpretar en él. No me compliqué demasiado la vida y, como recordaba bastante bien la composición que habíamos estado practicando en clase, en parte también debido al repaso de ella que habíamos hecho por el camino, me puse a tocar eso mismo cerrando los ojos y recordando todos los consejos que me había dado para una mejor interpretación.
Señaló a un lado de la habitación dónde un piano descansaba cubierto y rodeado por papeles, posiblemente partituras, y me pidió que tocase algo. - Claro, si eso es lo que queréis, lo haré. -respondí solícita y sin hacerme rogar demasiado me dirigí hacia el instrumento sentándome en el taburete y tratando de decidir que podía interpretar en él. No me compliqué demasiado la vida y, como recordaba bastante bien la composición que habíamos estado practicando en clase, en parte también debido al repaso de ella que habíamos hecho por el camino, me puse a tocar eso mismo cerrando los ojos y recordando todos los consejos que me había dado para una mejor interpretación.
Vanessa Jonhson- Humano - Clase Alta
- Mensajes : 266
Fecha de inscripción : 01/09/2010
Edad : 34
Re: Las Cuatro Estaciones {Alumna}
Comenzó a tocar, como fue mi deseo. Yo me moví un poco, dejando caer los zapatos, para meterme bajo el grueso edredón. Era la misma sinfonía que había practicado toda la mañana.
Pasé mis manos por mi abdomen lacerado. Hubo un momento en el que me escondí tanto en la cama, que quizá desde fuera solo se advertía un bulto inmóvil.
Mientras tocaba con soltura, recapacité sus palabras, recordando cómo había abandonado mi Nación, mi familia, mis costumbres, y parece mentira...ahora estaba aquí tirado por mis devaneos “amorosos” ¿por qué no podría hacer algo bien? Comportarme con dos dedos de frente, sin ponerme en peligro día sí y día también. No pensaba en un acto ni, en una consecuencia, siempre me había movido por impulsos, por pequeños estímulos, que luego se convertían en obsesiones y noches de insomnio.
Era penoso verme allí tendido, verme tan asquerosamente vulnerable delante de una joven, que no tenía culpa alguna de haberse topado con un indeseable como yo, con un egoísta redomado. Ya no quería que presenciar más mi mortal caída, curiosamente tenía más de Caín que de Abel.
-Ha estado bien…- balbuceé sacando un poco la cabeza de mi ‘concha’. –Gracias por…esto.- Esperaba que nadie se enterase de la verdad de aquello, pues yo haría mi propia verdad, una verdad en la que yo fuera el mártir. – Creo que sería bueno que volvieseis a vuestra casa.- La recomendé con voz cansada. – No sé si mañana nos veremos.- Murmuré mirando el cielo que lucía desde la gran ventana de mi izquierda. –Pero sabéis perfectamente lo que quiero que hagáis en mi ausencia. El día menos indicado me presentaré en vuestra casa, sano y salvo.- reí entrecortadamente volviendo mis ojos a la señorita Jonhson.
Pasé mis manos por mi abdomen lacerado. Hubo un momento en el que me escondí tanto en la cama, que quizá desde fuera solo se advertía un bulto inmóvil.
Mientras tocaba con soltura, recapacité sus palabras, recordando cómo había abandonado mi Nación, mi familia, mis costumbres, y parece mentira...ahora estaba aquí tirado por mis devaneos “amorosos” ¿por qué no podría hacer algo bien? Comportarme con dos dedos de frente, sin ponerme en peligro día sí y día también. No pensaba en un acto ni, en una consecuencia, siempre me había movido por impulsos, por pequeños estímulos, que luego se convertían en obsesiones y noches de insomnio.
Era penoso verme allí tendido, verme tan asquerosamente vulnerable delante de una joven, que no tenía culpa alguna de haberse topado con un indeseable como yo, con un egoísta redomado. Ya no quería que presenciar más mi mortal caída, curiosamente tenía más de Caín que de Abel.
-Ha estado bien…- balbuceé sacando un poco la cabeza de mi ‘concha’. –Gracias por…esto.- Esperaba que nadie se enterase de la verdad de aquello, pues yo haría mi propia verdad, una verdad en la que yo fuera el mártir. – Creo que sería bueno que volvieseis a vuestra casa.- La recomendé con voz cansada. – No sé si mañana nos veremos.- Murmuré mirando el cielo que lucía desde la gran ventana de mi izquierda. –Pero sabéis perfectamente lo que quiero que hagáis en mi ausencia. El día menos indicado me presentaré en vuestra casa, sano y salvo.- reí entrecortadamente volviendo mis ojos a la señorita Jonhson.
Tristán Evans- Mensajes : 355
Fecha de inscripción : 17/09/2010
Edad : 41
Localización : La Clave de Sol
Re: Las Cuatro Estaciones {Alumna}
Terminé la pieza sin pronunciar palabra alguna. Cuando él se percató de que había finalizado la interpretación musitó que había estado bien y me dio las gracias por lo que había hecho por él antes de sugerir que volviese a casa.- De nada. He hecho todo esto porque sentí que era lo que debía hacer. - tras eso me puse en pie.– No sé si mañana nos veremos. - murmuró dirigiendo su vista a la ventana. – Pero sabéis perfectamente lo que quiero que hagáis en mi ausencia. El día menos indicado me presentaré en vuestra casa, sano y salvo. -dijo echándose a reir de manera entrecortada.
- Sí, tenéis razón. Ya va siendo hora de regresar. No debéis preocuparos por eso, yo seguiré practicando en casa cuanto pueda, os lo prometo. -me dirigí hacia la puerta y antes de abrirla giré un momento la cabeza.- Recuperáos pronto, maestro y hasta pronto. - tras pronunciar aquellas palabras abrí la puerta y salí de la habitación. Cuando llegué a la recepción pregunté si era posible que me pidieran un coche de caballos y obtuve una respuesta afirmativa. Unos diez minutos después ya iba de camino a casa cómodamente sentada en uno de ellos. "Ha sido un día extraño... pero provechoso."
- Sí, tenéis razón. Ya va siendo hora de regresar. No debéis preocuparos por eso, yo seguiré practicando en casa cuanto pueda, os lo prometo. -me dirigí hacia la puerta y antes de abrirla giré un momento la cabeza.- Recuperáos pronto, maestro y hasta pronto. - tras pronunciar aquellas palabras abrí la puerta y salí de la habitación. Cuando llegué a la recepción pregunté si era posible que me pidieran un coche de caballos y obtuve una respuesta afirmativa. Unos diez minutos después ya iba de camino a casa cómodamente sentada en uno de ellos. "Ha sido un día extraño... pero provechoso."
Vanessa Jonhson- Humano - Clase Alta
- Mensajes : 266
Fecha de inscripción : 01/09/2010
Edad : 34
Página 2 de 2. • 1, 2
Página 2 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
|
|
Jue Ene 29, 2015 12:29 am por Lirio azul
» Casting para Claudia
Jue Ene 29, 2015 12:29 am por Lirio azul
» Théâtre des Vampires
Miér Ago 27, 2014 6:07 pm por Tristán Evans
» Luccia Venturi
Miér Jul 30, 2014 6:29 pm por Tristán Evans
» Buenas tardes
Miér Nov 27, 2013 1:51 am por Luccia Venturi
» Los antiguos
Miér Jun 12, 2013 11:54 pm por erick roal
» Dudas
Vie Mayo 31, 2013 10:13 am por Armand
» Lydia Deetz
Mar Mayo 28, 2013 1:48 am por Capt. leon
» Juego de la Verdad.
Jue Abr 11, 2013 5:37 pm por Sayra Luk Richter