Dos angels encantadores [Gabriel]

por **Lucy Meyer** Mar Mar 08, 2011 5:07 pm

Habia bajado de los cielo y me deje caer en el largo del bosque. Lentamente me llevanté toda mojada especialmente mis alas de angel.
La luz me iluminaba completamente y cerre mis ojos para sentir el calor del sol en mi rostro, pero de repente escuché ruidos y mi rostro cambió a serio y asustada.
Deseaba que no fuera un humano, porqu no querría darle explicaciones sobre mi identidad, pero en aquel momento veo como un chico se acerca y mi miré a los ojos detenidamente, será que mis ojos estaban bien?
-Ga...gabriel eres tú?
Le pregunté, eratab realmente diferente desde hace unos años, pero nunca esperé que se combertise en un angel caido como yo.

por **Gabriel** Miér Mar 09, 2011 3:24 am

Poco a poco me iba acostumbrando al cuerpo del joven Angelo. Podía sentirle vivamente. Su corazón revoloteaba incesante.
Además, como algo nuevo, me sorprendía de los pequeños acontecimientos cotidianos, ya sea comer, dormir, en general… “Lo vital” de un ser humano. Ya hablaré de éste punto cuando tenga tiempo, pero de verdad… su descubrimiento significó para mí ¡un gran acontecimiento! por suerte nadie pudo ver mis reacciones.

Como todas las tardes, me despedí de los compañeros del claustro. Tenía un pálpito, debía adentrarme en la espesura de los bosques para recibir un nuevo inquilino, venido desde los mismos cielos.
Quedé apoyado en un tronco, bajo una conífera. Esperando su descenso, que no tardó en llegar. El hábito de Angelo se removió un tanto cuando Lucy desplegó sus alas. Lo primero que me propuse fue sonreír, pero aún no lo dominaba del todo. Así que por mantenerme ocupado me quité la capota que abrigaba el cuerpo que me albergaba, con la intención de cubrir el de Lucy, aún siendo verano. Desde mi experiencia podía decir que me gustaba ir bien resguardado de las intemporalidades del clima.

-Ga...Gabriel eres tú?- Me acerqué lentamente, asintiendo. –Así es.- Cubrí sus hombros con la pesada prenda.
Me separé un poco, para aclararle algo. Quizá no había llegado a sus oídos la noticia, al ser un "ángel inferior", en la Corte Celestial, solo le eran encomendados trabajos menores.
–Lucy, yo no soy un ángel caído.- Recordar a Lucifer, no hacía más que ofuscarme.- Debes saber que todos los arcángeles hemos sido enviados a la tierra con una misión, de importante relevancia.- Era bueno que lo supiera, para que no le tomara por sorpresa.- Reimplantar la normalidad en la superficie, expulsando a los Demonios. Por eso me ves con este cuerpo.- Suspiré algo apesadumbrado. – Espero que mi transito por la tierra no se alargue mucho más. Necesito volver a casa.- Perdí la vista en los cielos. Pensando que aún no me había topado con ningún demonio...si seguía así mi visita se haría eterna, y esa idea me destrozó. – Bueno… ¿Cómo está tu protegido? ¿Ha hecho alguna de las suyas?- pregunté con curiosidad.

por **Lucy Meyer** Miér Mar 09, 2011 2:48 pm

Cubrí mi cuerpo desnudo solamente con mis alas angelicales, cuando Gabriel en un gesto simpático me cubrió con su capota. Le sonreí con dulcura haciendo desaparecer mis alas.

-Gracias Gabriel...!
Agradecí por su gentileza y atentamente lo escuché. Lo que estaba diciendo era muy importante para mi, hasta que escuché el nombre " Demónios" y me puse seria.

-Demonios? Imagino que sea por ese motivo que estoy aqui....ya me lo imaginaba!
Dije desviando el rostro y la mirada hasta el cielo para despues volver a mirarlo y escuchar su pregunta.

-Bueno mi protejido necesita de mi...por ese motivo creo que tambien he bajado de los cielos.
Afirmé y despues cerré mis ojos y rapidamente ya tenía ropa colocada en mi cuerpo, ropa de verano.

por **Gabriel** Sáb Mar 12, 2011 2:37 am

Por supuesto siempre tiene que haber un motivo de peso para que descendamos. Los míos a lo largo de los tiempos habían sido de capital importancia. Hemos de sentirnos orgullosos de ser elegidos para llevar a cabo los deseos del Padre. – Desde que estoy aquí,- murmuré, pisando las hojas que se abrían ante mí, como una espesa alfombra que me guiaba.- me he dado cuenta de lo mucho que nos necesitan aquí abajo. Verás como muchos suplican tu ayuda…- la miré preguntándome si la tarea sería demasiado dura para ella.- otros…simplemente ya están perdidos.- rodeé uno de los árboles, evocando los rostros enjutos del pueblo que clamaba un poco de protagonismo.

La humanidad estaba inmersa en unos años de continuas guerras por el poder, y la supremacía; un poder que bajo mi criterio recaía única y exclusivamente en mi Dios. –Debes saber los peligros que acarrea pisar este suelo.- rebosante de pecados inmundos.-Nadie es lo que parece a simple vista, debes tener cuidado.- La pureza de los ángeles menores suele verse manchada por creer que hay bondad en cada individuo.- No pierdas el tiempo con imposibles.- Nuestro tiempo era oro.

-¿Entonces contamos también contigo para contraatacar el avance demoniaco?- Hice el amago de sonreír, pero se quedó en eso, en un intento.

por **Lucy Meyer** Sáb Mar 12, 2011 1:10 pm

Lo escuché en silencio, sabía queél era un Arcángel y era superior a los angels, pero so no me metía miedo, porque praticamente eramos iguales.
M ecruzé de brazos y camiñe despacío y lentamente hasta quedarme frente a frente con él sin dejar de mirar sus ojos.

-Gabriel...yo se perfectamente que ni todos los humanos son verdaderos con nostros y con ellos mismos, pero es mi deber ayudar mismo aquellos que mienten y que hacen cosas macabras y intentar hacer que cambien un poco.
Dije confrontandole con lo que pensaba, pero esto era lo que pensaba , era algo mío.

-Y se los demás angels se perdierón juntamente con sus protejidos, eso no es culpa mío, yo no soy una fraca y una fallada como ellos.
Y si me uniré para matar a los demónios que intentan lastimar a gente inocente y destruir este mundo, pero temo que no sea el unico peligro que haya aqui.....verdad o me equivoco ?
Dije dibujando una sonrisa en mis labios ladeando un poco la cabeza.

por **Gabriel** Vie Mar 18, 2011 1:25 am

En parte tenía razón, pero por mi paso por la tierra había encontrado seres a los que les era imposible cambiar, de un modo u otro. Hay que tener presente que “muchos son los llamados y pocos los elegidos.” Cuando el mal está muy arraigado, no hay ayuda que valga. Una cosa era ser benevolente, y otra muy distinta estúpido. Yo solo la previne. Los fracasos del resto, era una prueba de la tentación tan brutal a la que estábamos expuestos. Me compadezco de todos los compañeros de fila, que cayeron atravesando el cielo como un meteoro. Ni yo mismo estaba libre.
-Y sí me uniré para matar a los demonios que intentan lastimar a gente inocente y destruir este mundo, pero temo que no sea el único peligro que haya aquí...verdad o me equivoco?- Apreté los labios, volviendo la cabeza hacia ella.

–No…por desgracia no te equivocas. Criaturas sobrenaturales se escapan de mi compresión. Retando a la naturaleza ¡burlando a la muerte!- exclamé levantando la voz. - Y sobre todo subsistiendo a costa de la humanidad.- Había escuchado que muchos se alimentaban de sangre. Y se infectaban los unos a los otros. Mucho peor que la peste. Yo tenía la idea de que llevaban el diablo dentro.- Si Padre los creó no entiendo para qué finalidad. Y aún no he tenido la ocasión de toparme con uno de ellos, para descubrirlo.- Solo esperaba el día en el que se me encomendase tal encuentro. Porque era mucho mi desconocimiento. –Lucy, será mejor que salgamos del bosque. No queda lejos el pueblo, que implora nuestra ayuda. – El hambre, la miseria, las enfermedades atestaban la región. Suerte que no estaba solo.

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